CÁRITAS PARROQUIAL
28 – X - 2007
Desde el principio de la vida de la parroquia, incluso antes de tener como templo el local comercial, empezó a funcionar Cáritas Parroquial. La caridad, junto con la catequesis y la administración de los sacramentos, han sido siempre en la Iglesia ejes vertebradotes de su actividad pastoral. Así ha ocurrido en nuestra parroquia en toda su historia. El amor preferencial de Cristo a los pobres siempre ha sido una nota característica de la Iglesia fundada por Jesús de Nazaret.
Ese amor y atención a los pobres hemos de vivirlo todos los miembros de nuestra comunidad cristiana. Nadie que pretenda ser cristiano coherente con su fe puede olvidarse de sus hermanos necesitados. Los actos concretos individuales, expresión de ese amor, pueden ser, y de hecho lo son, muy variados: dar limosna, consolar, acompañar, dar una consejo, perdonar … Pero por múltiples razones la caridad cristiana hay practicarla también colectivamente, y de manera organiza. Ésta es la función de Cáritas a todos los niveles y, lógicamente, a nivel de nuestra parroquia.
Nuestra Cáritas se rige actualmente por unos Estatutos aprobados por el Sr. Obispo de la diócesis, con fecha 16 de mayo de 2005. Su Consejo Parroquial está formado por el Presidente, la Directora, la Secretaria, la Tesorera y cinco vocales: de alimentos, de formación, de enfermos, del ropero y de migraciones. Con cada vocal colaboran un grupo de personas, que unidas al Consejo Parroquial, forman la Asamblea Parroquial de Cáritas.
Las actividades que se desarrollan son las propias de Cáritas, siempre de acuerdo con una programación anual, en línea con el Plan Pastoral de la diócesis.
Invito a todos los que lean este texto a que mediten las palabras de Jesús: “Venid benditos de mi Padre…: porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; … estaba desnudo …; enfermo…; en la cárcel…” (Mt 25, 34-36).
Esther Clariana Peromingo
Directora de Cáritas Parroquial
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